1. Enjuaga minuciosamente tu boca con agua tibia. Luego coloca una porción de pasta de dientes de aproximadamente un centímetro sobre el cepillo de dientes.

2. Primero cepilla hacia adelante la zona de los dientes con los que masticas, en la parte superior.

3. Luego cepilla de la misma manera la zona de los dientes con la que masticas pero de la parte inferior.

4. Junta los dientes y limpia la superficie de todos los dientes de la derecha. Comienza con la superficie externa de las muelas de la derecha y cepilla en pequeños movimientos adelante y hacia el medio.

5. Ahora las partes exteriores de todos los dientes de la izquierda. Cambia la posición del cepillo de dientes y continúa cepillando con movimientos pequeños hasta las caras exteriores de las muelas de la izquierda.

6. Ahora les toca a las caras internas de todos los dientes de arriba. ¡Abre bien la boca y cepilla cada uno de los dientes de arriba con pequeños movimientos circulares!

7. De la misma manera cepilla la cara interna de todos los dientes de abajo. También tu lengua, pues allí también hay bacterias.

8. Por último, te enjuagas la boca otra vez, minuciosamente, con agua tibia. Limpia tu cepillo de dientes bajo un chorro de agua y ponlo en el vaso para lavar los dientes, con la parte del cepillo hacia arriba.

9. ¡Ahora tus dientes resplandecen!